jueves, 24 de febrero de 2011

La Cacería de libros

Ser estudiante exige conseguir materiales. No siempre están disponibles y, con apenas un año transucrrido en la Facultad, me he dado cuenta que los textos de Pedagogía no son tan sencillos: o los hallas a la primera o es una pachanga conseguirlos.

Además, de cierta forma siendo estudiante del Sistema de Universidad Abierta (SUA) que se basa en un acto semi-presencial (con sólo una hora de asesoría por materia a la semana) uno espera bien que mal que los profesores nos consientan un poco más dándonos todas las facilidades. Si bien nuestros asesores hacen lo posible, tampoco debemos esperar que en este proceso de aprendizaje todo esté masticado y en la boca. A veces hay que pelear bastante para conseguir el material necesario.

Es lo que me ha pasado esta semana, tratando de encontrar los textos para Didáctica y Antropología. Pareciera que o todo el mundo en las librerías quiere Pedagogía y Filosofía o de plano están tan poco demandados que ni se molestan en resurtir los ejemplares agotados. Llevo dos semanas recorriendo librerías en busca de varios textos. De plano: no los encuentro. En parte es mi obstinación por comprarlos (con el macabro plan de escanear e ir compartiendo) en parte es porque no puedo andar trajinando tan fácil de biblioteca en biblioteca. 

Esa es otra cuestión: vivimos en la era digital y de cierta forma, bien que mal, uno espera poder encontrarlo todo en la red. NO ES CIERTO. Aunque basta y extensa, la Internet sigue sin ser la gran panacea con TODAS las respuestas para todas las necesidades. ¡Alabado sea Cristo, debo agregar! Qué aburrido tener TOOOOODO el conocimiento a un click de distancia.

Pero es desesperante no tener las lecturas para poder realizar las tareas. Más aún cuando si uno las llega a tener al alcance, las fotocopias de la Facultad las mezclan y desorganizan todas, haciendo cuasi imposible leer.

Por estos motivos, como estudiante de Pedagogía (aunque supongo que aplica a cualquier licenciatura en SUA) uno debe recurrir a la Cacería de Libros. Buscar por todos los medios, catálogos y buscadore sposibles los textos en cuestión y apoyarse en otros compañeros para hacerse del precioso material.

A eso me he enfrentado esta semana. Con el apoyo de dos compañeros de carrera (más no de generación) por vía virtual gracias a esa red social conocida como Cara Libro, encontré uno de los textos y con suerte estará en mi posesión vía fotocopias el sábado.

El punto es que tenemos las herramientas y los medios: no hay que despediciarlas.

2 comentarios:

Orquidea Vara dijo...

Nena, esto de los libros no solo pasa con pedagogía, sino tristemente con muchas cosas. Al hacer mi tesis busqué muchos libros y hay muchos que ni siquiera llegan a México, y otros que sí, llegan, pero importados y demasiado caros, y hay libros increíbles, mexicanos, pero que no los encuentras porque dejaron de editarse. Eso, nena, es una de las cosas más tristes de Mx.

José Daniel Guerrero Gálvez (Oquitzin Azcatl) dijo...

Interesante Vane. Una de las razones de fondo de no tener libros aquí es cuestión de no producir nada. En México, por lo menos en el ámbito de la Pedagogía no hay producción intelectual; la que hay es publicada en otros países, v.gr. Díaz Barriga y Amorrortu. El primero es mexicano, la segunda una editorial argentina; si es mexicano por que no publicar en una editorial mexicana. Prestigio, Amorrortu tiene prestigio en publicaciones sobre piscología como Paidós es con Pedagogía y este prestigio implica confiabilidad en las ediciones de los libros.

Dice Umberto Eco que para investigar, las fuentes y su procedencia son muy importantes, ésto incluye las editoriales. Otro ejemplo es con respecto a los filósofos, cuando se discute a un autor lo primero que se pregunta es qué edición está sirviendo como referencia. En su ámbito, la editorial Gredos es confiable y evitan, sin misericordia, Porrúa. Por eso quemé los libros de Porrúa que tenía.

Por eso la cacería de libros se hace más difícil cuando encuentras a un autor pero la editorial no es confiable, tu investigación pierde valor académico o por lo menos las fuentes se ponen en duda.

En mi caso, todavía tengo mucho que aprender pues también existen valoraciones con respecto a las traducciones. Si hay dos ediciones pero con diferente traductor, inclusive editor, la valoración del material es imprescindible. Tal es el caso de las Obras Completas de Sigmund Freud en Amorrortu, Biblioteca Nueva y Standard Edition.

Mucho que aprender pues ocurre lo mismo con la Web...